-¡Díganle al conductor que pareeee!
Las puertas se cierran, el bus
arranca y solo bastan diez segundos para que aparezca un final nefasto en la mente de kevin.
Toma impulso y de un gran salto
alcanza las diminutas escaleras metálicas de la parte posterior del vehículo;
con las manos agarradas y los pies rosando el asfalto, empieza a sentir el
calor que le pasa a través de las suelas de los zapatos.
-¡Deténgaseeee!
El bus con el poster de la virgen
María pegada en la ventana trasera, sigue su marcha.
¡Juemadre!, voy a llegar a ese
examen como sea, susurra, mientras saca
fuerzas para alcanzar una escalinata con un pie.
Un motociclista lo alcanza,
-¡Loco!, ¿qué le pasa, se quiere matar?
-¡No me joda, tengo que llegar a
un examen y este man no quiso parar!
-¡Se va a caer marica, agárrese
porque ya viene el puente!
La moto se adelanta y empieza
pitarle al conductor, le hace señas, pero el hombre no entiende, es más
acelera. Sube el puente y ya cuando Kevin está a punto de soltarse, se detiene
el bus bruscamente.
¿Y ahora qué? grita malgeniado, mientras
que se tira al piso… camina apurado y al asomarse, nota el atasco y al
motociclista quieto sin poder maniobrar. Allá a lo lejos, el muro de contención ha
fallado dejando bloqueada la vía con puros escombros.
¡Eh berraquerra! ¿Qué es esto? Kevin corre, bordea buses, carros y gente y al llegar al lugar del desastre, vuelve a tomar impulso para escalar las toneladas de piedras y arena que reposan en el lugar. Resbala, cae, se raspa, pierde un zapato, se embarra y llega al otro lado. La valla electrónica que da la hora, le anuncia que quedan dos minutos para llegar. Bastante abatido, camina medio herido pero aun a paso constante.
En la puerta del instituto se
desploma, gatea con el último aliento para poder entrar.
-Joven kevin, ¿qué paso? le dice
el vigilante mientras que lo ayuda a ponerse de pie.
-de todo señor Jiménez, de todo,
tengo examen con Arellano y voy a llegar tarde.
Logra llegar al salón mientras
que sus compañeros lo miran aterrados, todos listos con sus hojas cuadriculadas…
detrás de kevin entra la decana de la facultad.
-¡Queridos! dice la mujer con
tono tranquilo… El profesor Arellano me ha llamado. Se excusa, no podrá venir a
realizar el examen porque su auto ha quedado bloqueado por un derrumbe en la
127.
Lapuente
