La otra noche me he ido,
a bailar con mis amigas
sin pensar que pasarían,
cosas extraordinarias.
Que hemos llegado felices
a la puerta de la disco,
y allí nos espera un pizco
con una calle de honor.
Hemos dicho entre nosotras
con quién nos habrá confundido,
pero ignoramos de tajo
el loco malentendido.
Que a la disco hemos entrado
Y de música, comida y trago,
todos nos han rodeado,
gritando sin ton ni son.
Autógrafos nos pidieron,
selfies y poses surgieron.
que éramos encantadoras
sin conocer la razón.
Y nos hicieron desfilar
Echándonos mil piropos,
que ni las miss universo
han osado escuchar.
Después nos han dado premios
y dinero en efectivo,
que hemos guardado en la bolsa
no se vayan a perder.
Y que para sorpresa de todas,
las genuinas han llegado
y nos dan dejado muy solas
sin ni siquiera entrever.
Que pronto nos sacarían
por la puertita de atrás,
diciéndonos groserías y
amenazándonos más.
Pero ya habíamos gozado
nuestros minutos de fama,
quince, veinte o media hora
Y de manera genial.
Haberlos puesto a dudar
con nuestra gran apariencia,
de estrellas muy bien dotadas,
o si acaso, de "estrelladas"
-Lapuente