-Amor...me encantaría algo lindo en esta navidad.
-La
navidad no tiene sentido comercial para mí.
-¡Aja!...
¿Desde cuándo?
-Desde
este año que no tengo dinero para gastar en "estupideces".
-¿Y ese
celular… y el televisor pantalla plana y el kit de grabación?
-¡Oye,
oye!… ¡Yo hago con mi plata lo que quiero!
-¡Digo!…
¿No son estupideces? Tú ya tenías un buen celular, dos televisores pantalla
plana y un set de luces y micrófonos muy profesionales ¿No?
-Bueno
igual necesito todo eso para mi trabajo. Me da pena es por ti que me estés
pidiendo algo para navidad. ¿Yo qué te debo?
-Pero
si no te estoy pidiendo nada y… ¡Mil disculpas por ser tu novia!
-¡Ay
ya! ¿Sabes qué? Más bien que cada uno pase en esta ocasión las fiestas, con su
respectiva familia. Mi situación no da para más.
-Si... no hay problema. Ya mismo cambio los pasajes a Cancún por unos para Medellín y así estaré con mis padres y mi hermana este fin de año. Me encanta esta idea que he pospuesto varias veces por ti.
-¿Cancún?
¿Me ibas a dar semejante sorpresa?
-Espera,
cállate un momento y déjame concentrar que estoy haciendo una transacción en
línea… ¡Listo! me voy el 16 para Medellín.
-¡Ay
carajo! y… ¿Ya tenías hotel y todo en Cancún?
-Sí,
pero no hay rollo, ese hotel tiene una sede a las afueras de Medellín. Invitaré
a mi familia y será un plan diferente y genial.
-Oye a
pesar de lo egoísta que soy y que casi no me gusta la navidad, vamos a Cancún
mi amor. Yo tengo una platica por ahí para ayudarte con los gastos, no canceles
nada. ¡Te amo! Yo todo tosco contigo y tú tan bella pensando en mí.
-¿En ti?
¡Noooo! El viaje era para tus padres que
están por cumplir 35 años de casados y tú jamás les das nada.
@Lapuente