AL QUE SALVÓ MI VIDA
Un hombre llamado Ñangas trató de hacer de las suyas.
Pues ha sacado un cuchillo para robar mi morral,
Y todo lo que allí había inclusive el celular.
Y ha salido ¡Oh gracias a Dios!, de la nada un canchoso grande,
Criollo y agresivo, procurando el desbande,
Del tipo mala caroso que intentaba hacer el mal,
Y que el maravilloso perro empezó a morder sin chistar.
El bello héroe canino, dejó herido al insensato,
Elevando desde ese momento al Firulais al estrellato;
Eres mi gran guardián y el que ha salvado mi vida,
Mientras al gran granuja… se lo llevó el policía.
@Lapuente
SIN RESISTENCIA
¡Oh! varón exaltado, yo sí en las noches imagino tu dulzura…
No pretendas abogado, que puedas juzgar
mi cordura.
De que soy una inocente, cuando me
envuelve el pecado,
Que me arrastra tan inconsciente, a
sumergirme entre tus brazos.
Tú juraste que era pura, cuando anhelaba
tus besos,
Que todo era locura, que no contenían
los rezos.
Acaríciame sin reparo, para intentar
sobrevivir,
Que este placer salga caro, no me quiero
resistir.
©Lapuente