Cortinas de humo


Llevaba tres años viviendo en la casa 45 del condominio y era feliz, hasta que un ¡puto gato negro! Se ensañó conmigo. Era fino si, pero muy desgraciado. Se montaba sobre mi camioneta 4x4 para tenderse como una pantera y luego, despues de tomar el sol, se deslizaba por el vidrio y de allí al piso, agrietando la espectacular pintura metalizada, ¡OMG!. Yo salía como loco y lo empaba con agua de la maguera, pero el muy hábil se escapaba de prisa e ileso y al siguiente dia regresaba a hacer de las suyas.

Como yo, un tipo ocupado que hacia "remote working" desde casa como asesor de bolsa, odiaba la idea de salir a hablarle al dueño o dueña del gato para arreglar ese problemita, decidí que el método más fácil y efectivo sería envenenar al cat. Compré en línea la comida de buena marca, un plato de plástico amarillo en forma de flor y un químico que recomendaban en las redes, los “enemigos de las mascotas” para mandarlos al otro mundo.

Al siguiente día, me llegó el pedido e hice la mezcla. La puse en el recipiente al lado de mi camioneta. Como tenía tanto trabajo dejé la porción y entré a casa esperando ver más tarde al animal, muerto. Y sí, al salir varias horas despues, el plato estaba vacio y anque no habian rastros del gato, supuse que el plan había tenido éxito. Por supuesto y para no dejar huellas, en la noche, boté el resto de comida y químicos en el bosque que estaba al interior del condominio.

A la mañana siguiente, por el estupido whatsapp de vecinos llegó la noticia de dos perros que habian muerto envenenados y en cuestión de minutos, cuando los llevaron a pasear al bosque.  El dueño, un tal Eric, escribió que su esposa e hijas estaban devastadas con la pérdida de Lula y Marvin y que ya se habían puesto en contacto con las autoridadades. ¡Fuck! Antes de que dieran conmigo, decidí ir hasta el pueblo a un cibercafé y desde allí creé un perfil falso y regué la noticia de que “Eric” tenía un amorio con la vecina y el esposo de esta se vengó, envenenado a los perros.

Para cuando llegué al condominio la bomba ya había estallado y se escuchaban gritos y peleas. Vi salir al dueño de los perros con una maleta y al vecino “cachón”, publicando  que todo era falso y que alguien los queria calumniar a él y a su esposa. Pedian a la gente denunciar ese perfil de Instagram y avisarle a la policia. Ya la cosa así y para que no dieran conmigo, esa noche le envié un virus al software del café internet con el fin de desaparecer todo vestigio de mi presencia allí y de lo que hice. 

Pasé por el local, la siguiente mañana y todo era un caos. No solo el virus borró las horas de grabación de la cámara y los programas, sino trabajos y escritos que el dueño realizaba para empresas… todo estaba perdido. El tipo me comentó que creía que alguien muy envidioso, le había hecho ese mal, algun colega escritor tal vez y que ya habia hecho la denuncia a la fiscalia.

¡¿What?!,  ya no aguantaban más mis cortinas de humo y menos cuando a mi whatsapp llegó un mensaje de un número anónimo diciendo: “Ya te hemos pillado y te tenemos una sorpresa”. Ahí si agarré my bag, compré un pasaje sin retorno para Andorra y me largué.  A las tres horas de un vuelo de siete,  otro mensaje llegó: “ Hola somos tu servicio de telefonia celular y TE HEMOS PILLADO con un Iphone 13, TE TENEMOS UNA SOPRESA… un descuento del 50% en la versión 14 por se cliente Gold!. 

Para cerrar con broche de oro, en el whatsapp del condominio, una mamacita divina envió una foto con el ¡puto gato negro! y escribió: Gracias al vecino de la casa 45, encontré sanito a mi adorado Gandalf sobre su camioneta. ¡Perdón! No volverá a pasar y quedo pendiente de invitarlo a un cafecito.

Y ahora... ¿Qué shit de animal se había tragado el veneno?


@Lapuente

Foto tomada de internet