A sangre fría

Dedicación: A ese ser humano que trataban de reanimar dentro de un vehículo...



Esa mañana lánguida y perdida,

entre la neblina y la desidia de la gente,

donde la humedad y la angustia eran,

un solo y gran dolor creciente.


Reanimaban tu cuerpo tan sereno

con cortos y confusos soplos de vida,

con miedos extremos de perderte,

haciendo el esfuerzo a sangre fría.


En las puertas del lugar te recibieron

heladas y expertas batas fantasmales,

con ceremonias obligadas, deslucidas,

con miradas inquisidoras y mortales.


¡Vaya oxígeno!, efímero y reducido,

se atascó en un muro inquebrantable,

y la línea larga y sin ritmo alegre,

anunció tu partida, imperturbable.


@Lapuente