En mi habitación tranquila y
sosegada
los atardeceres transcurrían
contenidos.
El inmenso cariño de mis padres
y mi soledad, propia de los niños.
Entre cuentos y bella música
fluía
y era feliz, aislada y en mi
mundo.
Fantasía, voces y mil juegos
y salidas maravillosas los
domingos.
@Lapuente
*A mi madre que ya no está pero que tanto me amó y me sigue amando. La extraño locamente. A mi padre que afortunadamente sigue conmigo y es la adoración de mi vida. Solo agradecimientos a Dios por estos dos seres únicos y bellos.